Una de estas tradiciones son los tatuajes, que los maories han ido practicando desde hace siglos y cuyo verdadero significado no está claro, aunque muchos estudiosos lo relaciona con  motivos espirituales o, incluso, bélicos.

Lo cierto es que los tatuajes se practicaban tradicionalmente desde edades bastante tempranas, y se iba ampliando y perfeccionando a lo largo de la vida, hasta que pocas partes del cuerpo quedaran libres de pigmentos. Esto, además de por ornamentación, también confería un sentido de jerarquía entre los maories, y se supone que cuantos más tatuajes tuvieran en su cuerpo, mayor respeto se les debía o mayor era su poder dentro de la comunidad.